Cerca de donde nací hay
un pueblo que antaño fue próspero, en la época en que crecía con el negocio de
ganado. Una joven población de hombres recios y mujeres decididas.
Hoy en cambio, si el
azar te lleva por el camino de la colina y no haces caso a los avisos, podrás
ver sus casas encaladas y sus tejados negros de pizarra, pero las palabras que
el viento trae, relatan la misma historia siempre, que ya no vive nadie allí y
que el que se atrevió a descender por el cada vez más escondido sendero, por la
ocupación que de derecho han realizado las malas hierbas, a nadie vio en sus
calles.
Puertas y ventanas
abiertas y calor de hogar, pero invisibles personas.
De los que la fortuna
llevó al pueblo por la noche, siguiendo el fulgor de las luces que atraen a los
forasteros y ahuyentan a los cercanos, nunca más de ellos se supo en las
poblaciones de alrededor.
Los carteles avisan del
peligro, de no acercarse a esa aldea fantasma que vive por la noche y muere por
el día, de evitar que el atardecer te capture en sus cercanías.
¡Pero qué saben ellos!
Nací junto a una poza
de agua cristalina y fría, donde los peces acarician mi raíz y doy cobijo a
ranas, salamandras y todo tipo de insectos. En lo más profundo del hayedo que
guarda el robledal hacia el pueblo y el pinar hacia el monte.
Si llegas hasta aquí,
sabrás la verdad del pueblo de los suspiros, sabrás lo que a sus gentes
ocurrió, pero sabrás también que su suerte has corrido.
Hombres y mujeres marchitos
deambulan entre nuestros troncos de sol a sol y con las últimas luces del día,
vuelven a sus casas por el sendero del río, a desear un nuevo albor que les
permita regresar a buscar lo que en nuestra espesura perdieron.
Captores de almas somos
y cuando la belleza de nuestras ramas alcanzas a ver, tu destino al nuestro se
une, olvidando familia, dineros y hogar y suspirando por lo que no se puede
recuperar.
Cada día me sorprendes mas! Me ha gustado mucho. Es intrigante. Me ha recordado la historia de Ochate 😱😱
ResponderEliminarMiguel ... se me ha puesto la carne de gallina y los ojos vidriosos ... ¡¡por favor necesito más!!!
ResponderEliminarPrecioso, por favor escribe más, tienes alma y corazón de poeta.
ResponderEliminarComo dice Karmela, a mi también me ha recordado la historia de Ochate.
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